Principios, conceptos y metodología

La Terapia Comunitaria es un espacio para promover reuniones interpersonales e intercomunitarias, teniendo éstas como objetivo promover las historias de vida de los participantes, restaurar su identidad, para permitirles recuperar su autoestima y confianza en sí mismos, para ampliar su percepción de los problemas y posibilidades de resolverlos utilizando habilidades locales.

La terapia comunitaria se basa en la estimulación para construir vínculos de solidaridad y promover la vida. Esta forma de trabajo permite resaltar el modelo que promueve la salud, las redes de solidaridad y la integración social en lugar de centrarse en la patología.
La Terapia Comunitaria no se define como un proceso psicoterapéutico sino como acto terapéutico grupal que se puede realizar independientemente del número de participantes y de su nivel socioeconómico.

Es un modo de intervención simple pero no simplista, que requiere entrenamiento. Las sesiones están dirigidas por facilitadores, debidamente capacitados en este tipo de animación grupal pero que no están obligados a tener ningún requisito de educación universitaria anterior.
Estas sesiones de Terapia Comunitaria se llevan a cabo dentro del diversas redes que conforman el sistema de relaciones humanas, incluyendo familiares, vecinos, amigos y la comunidad, para apoyar las personas y familias más vulnerables, experimentando una situación de crisis.
En el ámbito de su intervención, el terapeuta comunitario intenta articular la dimensión biológica, social y política de problema. Se parte de una situación problemática (alcoholismo, insomnio, etc.) presentado por alguien de la comunidad y elegido por el grupo.
Es a partir de esta situación que el equipo terapéutico estimulará y promover el crecimiento de la persona y de todos sus seres queridos (familiares, amigos, vecinos, etc.) para que todos sean más autónomos, más conscientes y corresponsables.

Todo esto se produce a través de un proceso de cuestionamiento a todos los niveles: biológico, psicológico, social y político. Confiamos en la competencia de las personas y de las familias y nunca sobre deficiencias que son el dominio de los especialistas.

Adalberto Barreto (La Terapia Comunitaria Integrativa, paso a paso)

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